"Una farmacia no es un supermercado". Ni mucho menos. No
quisiera dar la idea de que la farmacia es un centro en el que únicamente buscamos
la ganancia y oportunismo, aprovechándonos de estudios de mercado y
sociológicos en los que se estudia el comportamiento del comprador.
Pero, hay una cierta presencia de razón e información que
nos puede ser útil.
La farmacia, es un centro sanitario en el que la receta o
facturación del seguro sigue siendo imperio dominante en la facturación a final
de mes, pero cada vez más el porcentaje Recetas/Venta Libre se desplaza hacia
el lado de la Venta Libre. ¿Por qué? La tendencia del consumidor está
cambiando, además de las innumerables legislaciones que aparecen (cada una más
agresiva y que deja con menos poder adquisitivo a las farmacias) lo cual
conlleva a una crisis, o mejor dicho, una “serie
de oportunidades” para poder descubrir nuevos servicios o nuevas
actividades que podemos implementar en nuestra farmacia y que aumente nuestra
rentabilidad.
Las promociones se
perfilan como una alternativa llamativa, atractiva y si se eligen bien, acaparadoras de mayores ventas, pero
como cada acción de éxito es complicado acertar en cada punto minúsculo.
- Las promociones han de seguir una tendencia estacional, es decir, estar alineados a los esfuerzos promocionales de los laboratorios los cuales invertirán en publicidad directa al consumidor (televisión, actividades y web) ya que éste mismo será quien, seducido por la utilidad del producto, quien nos pregunte y demande la presencia de dicho producto en la farmacia.
- No siempre “todas las marcas triunfaran”: La parte comercial de los laboratorios nos explicará las ventajas y fortalezas de una marca tradicional o novedosa, y a priori pensaremos que todas las marcas son “fantásticas” y no les falta razón, pero debemos de decidir nosotros si esas marcas son las que triunfaran en nuestra farmacia y a nuestros consumidores, como grandes conocedores del barrio en el que desarrollamos nuestro negocio, porque lo que piensen nuestros consumidores prima a nuestra opinión.
- Tengamos en cuenta nuestro stock: Para hacer promociones no siempre tenemos que acudir a lo que se nos ofrece. Podremos tener en nuestro stock productos que no hemos logrado vender (si no es así, mejor aun) y podemos aprovechar el poder rebajar el precio un % determinado y asegurarnos convertirlo en € antes de que siga en nuestra estantería. La idea es trasladarlo a dinero con el cual podremos seguir invirtiendo en nuestra empresa.
¿Y para que sean promociones eficaces?
Cada farmacia tiene un target, cada farmacia tiene un objetivo y estrategia diferenciadora que hará que triunfe, pero tenemos que tener en cuenta que no acertaremos a la primera ocasión(normalmente) por lo que hemos de intentar e intentar, aunque sobre todo escuchar/prestar atención a lo que nos demanda nuestro consumidor, harto de acudir al gran consumo pero que aun así espera proactividad por nuestra parte, establecimiento sanitario que frecuenta siempre, y esa confianza nos la hemos ganado...
¿Por qué no aprovecharla y ofrecerle su solución?