martes, 4 de octubre de 2016

Apostemos por una buena optimización de marcas en la farmacia

¿Se podrían tener todas las marcas de una patología en la farmacia? Es probable. Eso sí, el almacén ocuparía muchísimo más espacio que la propia farmacia.
Es frecuente que existan faltas y la farmacia no pueda contar con todas las marcas que un paciente pueda requerirnos. Desde los principios de gestión es aconsejable seguir unas pautas:

  • En especialidad es complicado poder acertar al 100%. Si tenemos histórico de ventas podríamos hacernos una pequeña idea, sino, tendremos que jugar con los medicamentos que más nos demandan (al principio pagaremos la novatada) además de trabajar con una cooperativa que nos asegure un reparto rápido, eficaz y que nos asegure varios repartos al día. De esa manera ganamos confianza en el paciente además de ir creando un vademécum orientado a las necesidades reales del paciente.
  • En parafarmacia y OTC, es recomendable trabajar con 3-4 marcas por categoría y 1-3 marcas como máximo por subcategoría, diferenciándolas todas ellas dependiendo de lo que aporte al paciente:
    Una marca que aporte valor, otra que sea referencia en esa categoría/subcategoría, y otra que interese a la propia farmacia (ej.: tiene buena experiencia personal/profesional del producto)

  • Cuantas menos marcas, y nuestra formación en ellas sea amplia mejor las recomendaremos y podremos estar más atentos cuando el paciente nos comente el problema. Para ello es preciso tiempo, dedicación y echarle horas. Sin formación o conocimiento del producto el descuento que nos hagan se nos evapora, salvo que se dispense sin ayuda del consejo farmacéutico.
  • Si consideramos introducir una marca es imprescindible conocerla bien, farmacias que la trabajan y sus razones y, al contrario, precios, acciones de dinamización, merchandising, marketing directo y que facilidades nos aportan para reposiciones.

Ahora es tiempo de establecerse estas cuestiones de cara al año 2017, poder tener en cuenta y estudiar cada categoría de parafarmacia teniendo una perspectiva pasada para comprobar donde queremos avanzar o donde consideramos que tenemos un GAP para poder paliar dicha deficiencia.

¡Renovarse o morir!